La
relación entre las actividades o el programa que se producen en un mismo
espacio o en espacios tendentes a ser uno o colindantes con capacidad de
transferencia de usuarios debe ser simbiótica.
Con dos actividades hay tres posibilidades para la convivencia
de las actividades: solapamiento total, en el que las actividades se
realizan en el mismo marco temporal , lo que reduce la independencia de las actividades; solapamiento oblicuo, en el que una de las actividades
no realiza ruidos ni apropiaciones indebidas del espacio colindante y,
por último, el solapamiento contrario, en el que una actividad tiene
mayor mientras la otra ve disminuida su presencia y es la que más
aumenta la independencia espacial de los horarios programáticos. El arquitecto
en previsión de estas situaciones debe cuidar que en las horas punta
de actividades se consiga la deseable compatibilidad.
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